December 8, 2013

Diciembre 8, 2013 (Pecado de Generación, La oración larga de San Miguel)
En la comunión del Sagrado Nombre de Jesús, yo pude oír las lecturas de Isaías quien habla de la ‘Estampa de Jesse. Jesús dice, “Mi gente, esta referencia de Isaías de la estampa de Jesse, se refiere al padre del Rey David. Mis dos padres eran descendientes del Rey David, es por esa razón que algunos me llaman el ‘Hijo de David’. Yo les llamo la atención hoy a la sanación generacional porque esto esta ligado a la debilidad humana hacia el pecado de lo que tu sacerdote hablo hoy en la homilía. En algunas familias hay tendencias a la debilidad por la bebida. En otras familias a la debilidad por los juegos de azar. Muchas familias también tienen lujuria hacia placeres sexuales cuando conviven juntos sin matrimonio. Estos pecados podrían estar atados a pecados generacionales que les han pasado de padres a hijos. Las sanaciones generacionales empiezan con un exorcismo de los miembros de la familia, para que esta debilidad heredada de un pecado en particular y que tiene ataduras a un demonio, sean arrancados de raíz de esa familia. Esto también requiere de oraciones por la familia todos los días, para que los miembros más débiles puedan regresar a Mi en la Misa de los domingos, y se arrepientan de sus pecados en la Confesión. Mis brazos siempre están abiertos a recibir a todos los pecadores, si tan solo escucharan las palabras de San Juan el Bautista cuando él les dice: ‘Arrepiéntanse y sálvense.’ Los miembros de las familias necesitan ver que Yo estoy ausente en sus vidas, y necesitan despertarse y sentir que Mi amor los llama hacia Mí. La mejor forma de orar para la liberación es la versión larga de la oración de San Miguel:
Sobre las fotos de sus familiares y rociarle sal bendecida o agua bendecida en las fotos. Repetir esto, todo el tiempo que puedas durante los días que se avecinan, no te des por vencido hacia ningún pecador porque yo no me doy por vencido.”

Para aquellos que no saben la forma larga de la oración de San Miguel, aquí esta:

(La Oración de Exorcismo) (+) Hagan la señal de la Cruz
Oración a San Miguel Arcángel: En el Nombre del Padre, el Hijo y el Espitiru Santo. Amen

Glorioso Príncipe de la Hueste Celestial, San Miguel Arcángel, defiéndenos “en nuestra batalla ‘porque nuestra batalla no es contra seres humanos’ sino contra principados y poderes, contra regidores y potestades que dominan este mundo de la tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales’. (Efesios 6:12)
Ven a ayudar a los hombres, a quienes Dios todopoderoso ha creado a Su imagen y semejanza y redimido por un gran precio de las tiranías de Satanás. La Santa Iglesia te venera a ti como su guardián y protector; a ti, el Señor te confió las almas de los redimidos para llevarlas al cielo. Ora, por tanto al Dios de la Paz, para que pongas a Satanás debajo de nuestros pies, derrotado, para que no pueda más mantener al hombre en cautiverio y lastimar a la iglesia. Ofrece nuestras oraciones al Altísimo, para que sin demora podamos alcanzar Su misericordia sobre nosotros; toma control “del dragón, la antigua serpiente que es el diablo y Satanás,” Y arrójalo al abismo sin fondo “para que no pueda mas seducir a las naciones”. (Apoca 20:2-3)

Exorcismo:

En el Nombre del Cristo Jesús, nuestro Dios y Señor, con la fuerza de la intercesión de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, San Miguel Arcángel, los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y todos los Santos que son poderosos en la Santa autoridad de nuestro ministerio, con confianza nos comprometemos a rechazar los ataques y asechanzas del diablo. Dios se levanta y sus enemigos se dispersan y aquellos que lo odian huyen ante su presencia Como el humo se aleja, así ellos se desaparecen; como la cera se derrite en el fuego, así los malvados desfallecen ante la presencia de Dios.

L. Miren la Cruz del Señor; y huyan poderes malignos
R. El León de la tribu de Judá, el retoño de David, ha vencido
L. Que Tu misericordia, Señor, descienda sobre nosotros,
R. Así como es tan grande nuestra esperanza en Ti.

Te alejamos de nosotros, quien quiera que seas, espíritu impuro, todos los poderes satánicos, toda la invasión infernal, todas las legiones perversas, asambleas y sectas.

En el Nombre y por el poder de Nuestro Señor Jesucristo, + que seas expulsado y retirado de la Iglesia de Dios y de las almas que han sido hechas a la imagen y semejanza de Dios y redimidas por la Preciosa Sangre del Divino Cordero.

+ Serpiente engañosa, tu nunca más te atreverás a seducir a la raza humana, perseguir a la Iglesia, atormentar a los elegidos de Dios y dispersarlos como trigo.

+ El Dios Altísimo te ordena, + El, quien en tu gran insolencia, tu clamas que eres igual. “Dios que quiere que todos los hombres sean salvos y que lleguen al conocimiento de la Verdad.” (1 Tim 2:4)
Dios Padre te Ordena. + Dios Hijo te Ordena. + Dios Espíritu Santo te Ordena.
+ Cristo, Palabra de Dios hecha carne, te ordena; “Él se humilló, siendo obediente hasta la muerte” (Fil. 2:8) El que construyó su Iglesia en roca firme y declara que las puertas del infierno no prevalecerán contra Ella, porque El habitará en Ella “todos los días hasta el fin del mundo.” (Mt. 28:20)

El Sagrado Signo de la Cruz te ordena, + así como también los misterios poderosos de la Fe Cristiana.
+ La Gloriosa Madre de Dios, la Virgen María, te ordena; + ella que con su humildad y desde el primer momento de su Inmaculada Concepción aplasto tu orgullosa cabeza.

La fe de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y todos los demás Apóstoles te ordenan. + La sangre de los Mártires y las piadosas intercesiones de todos los Santos te ordenan+

Así maldito dragón, y tú, legiones diabólicas, te ordenamos solemnemente con el Dios vivo, + por el verdadero Dios, + el Santo Dios, + por el Dios “que tanto amó al mundo que dio a su único Hijo, para que cada alma que cree en El no se pierda sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16) deja de estar engañando a las criaturas humanas derramando tu veneno de eterna condenación; deja de hacerle daño a la Iglesia dificultando su libertad.

Vete, Satanás, inventor y maestro de todo engaño, enemigo de la salvación del hombre. Dale lugar a Cristo, en quien tú no has encontrado ninguno de tus trabajos; dale lugar a la única Iglesia que es Santa, Católica y Apostólica que adquirió de Cristo por medio de Su Sangre. Aplastado abajo la Mano Poderosa de Dios; tiemblas y huyes cuando invocamos el Santo y terrible Nombre de Jesús, este Nombre que causa a todo el infierno temblar, este Nombre al cual las Virtudes, Poderes, y Dominaciones del cielo están humildemente sometidas, este nombre al cual los Querubines y Serafines alaban sin cesar repitiendo: Santo, Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo
L. Oh, Señor escucha mi oración.
R. Y que mi clamor llegue hasta ti.
L. Que el Señor este con ustedes.
R. Y con su espíritu. Oremos.

Dios del cielo, Dios de la tierra, Dios de los Ángeles, Dios de los Arcángeles, Dios de los Patriarcas, Dios de los Profetas, Dios de los Apóstoles, Dios de los Mártires, Dios de los Confesores, Dios de las Vírgenes, Dios que tiene poder de dar vida después de la muerte y descanso después del trabajo; porque no hay otro Dios mas que Tu y no puede haber otro, porque Tu eres el Creador de todas las cosas, visibles e invisibles, de Quien Su reino no tendrá fin, humildemente nos postramos ante Tu gloriosa Majestad e imploramos nos libres con Tu poder de todas las tiranías de los espíritus infernales, de sus asechanzas, de sus mentiras, y de su furiosa maldad, dígnate, O Señor, concedernos Tu poderosa protección y mantennos sanos y salvos. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amen

L. De la asechanzas del enemigo,
R. Líbranos, O Señor.
L. Que Tu Iglesia pueda servirte en paz y libertad:
R. Te suplicamos nos escuches.
L. Que Tu aplastes a todos los enemigos de Tu Iglesia:
R. Te pedimos que nos escuches.

(El agua bendita o la sal bendecida son rociadas en la foto)

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, se tu nuestra protección contra las maldades y las acechanzas del diablo, a Dios suplicamos humildemente que lo comande y a Ti O príncipe del celestial ejército, por el poder Divino, envía a Satanás al Infierno y a tolos los malos espíritus que vagan por el mundo buscando la ruina de las almas. Amen.